Primero, es crucial enfatizar tus rutinas de higiene bucal al usar estos protectores. Por lo tanto, asegúrate de cepillar tus dientes antes de usarlos, eliminando eficientemente todos los residuos de comida y bacterias en tu boca. Antes de colocar el protector, lávalo y enjuágalo con agua. Tras retirarlo, limpia nuevamente, utilizando un cepillo, agua y jabón neutro. Sécalo y asegúrate de guardarlo en su estuche para prevenir pérdidas.

El uso de una férula de descarga puede requerir un tiempo de adaptación. Es común que durante los primeros días notes un aumento en la producción de saliva y ciertas dificultades al hablar. No te alarmes: esto es completamente normal y se debe a la presencia de un objeto nuevo en tu boca. Sin embargo, en poco tiempo te acostumbrarás por completo y empezarás a disfrutar de los beneficios que aporta a tu salud bucal.

Siguiendo las indicaciones de mantenimiento proporcionadas por los profesionales, la férula puede tener una durabilidad de hasta 5 años.

Al igual que ocurre con otros tratamientos, como la ortodoncia con brackets, la persona necesita atravesar un periodo de adaptación al uso de la férula bucal. Durante los primeros días, puede sentirse incómoda y causar una sensación de presión en los dientes. Sin embargo, estas molestias suelen disminuir conforme pasa el tiempo. Si no es así, es recomendable consultar al dentista para un posible ajuste de la férula. A pesar de la sensación inicial de opresión, es importante destacar que la férula de descarga no provoca movimiento dental.