Los tratamientos odontológicos se realizan con anestesia local, garantizando la ausencia de dolor para los pacientes. Después de la intervención, puede surgir una leve molestia que disminuirá en los días siguientes. El odontólogo recetará medicación para prevenir cualquier dolor.

Después de una endodoncia, se recomienda evitar alimentos difíciles de masticar durante al menos una semana. Posteriormente, se puede tratar el diente endodonciado como los demás, manteniendo los cuidados e higiene bucal habituales para garantizar una recuperación adecuada y el éxito a largo plazo del procedimiento.

Los síntomas de la caries varían según su etapa, pero comúnmente incluyen sensibilidad al consumir alimentos fríos o calientes y dolor intermitente o constante. Ante el primer indicio de molestia, se recomienda consultar al odontólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Existe una predisposición genética a la caries, ya que los padres pueden transmitir la composición bacteriana bucal a sus hijos, aumentando la susceptibilidad. A pesar de ello, mantener una adecuada higiene y realizar visitas regulares al odontólogo son medidas clave para proteger la boca de bacterias y prevenir la caries.